¿Cómo afectan los videojuegos a los niños?

Hoy en día uno de los temas de los que más se habla relacionado con la educación de los niños es la influencia que tienen los videojuegos sobre los mismos. ¿Realmente son tan negativos?

Muchos estudios indican que los videojuegos provocan en el niño comportamientos violentos, lenguaje soez, además de "no servir" para nada sino para distraer al niño y quitarle tiempo de estudio. Pues bien, como el famoso dicho indica: "No todo lo bueno es tan bueno, ni  lo malo es tan malo". 

Sabemos que siempre han existido defensores de los videojuegos y detractores de los mismos, ya que unos indican que no tienen función alguna mientras que otros defienden su utilidad y la "culturización" que estos pueden aportar a los menores.

No todos los videojuegos aportan cosas negativas, ya que hay varios motivos por los cuales se podría decir que los videojuegos son positivos: realización de ejercicio físico, razonamiento lógico, toma de decisiones, capacidad de atención o la escucha de alguna lengua extranjera  y con seguridad me atrevería a decir que muchos de los contenidos que poseen los alumnos de Primaria en cuanto a cultura e idiomas se refiere, son gracias a los videojuegos, ya que algunos de los juegos a partir e los 8-9 años son en inglés con subtítulos en español, lo que favorece a que el niño eduque su oído y poco a poco vaya conociendo cualquier lengua extranjera, el inglés en este caso. 

Existen muchísimas opiniones con respecto a si el hecho de jugar a la consola es saludable o no. Hay que decir que no todos los juegos consisten en "matar", aspecto que siempre nombran los detractores de los mismos, sino que hay diversos juegos o consolas como por ejemplo la Wii, que están enfocadas a realizar ejercicio o jugar mientras se está en movimiento y no sólo para los más pequeños sino para toda la familia.

Entonces, ante la pregunta de si los videojuegos ayudan o perjudican a los niños, no es posible dar una respuesta válida, ya que por un lado si que les ayuda a desarrollar valores, aptitudes y destrezas que le servirán de ayuda en un futuro, pero también pueden ser perjudiciales  siempre que el juego no se realice con supervisión por parte de padres o adultos, al igual que una actitud responsable.